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La Agencia Española de Protección de Datos (AEPD), en colaboración con el Instituto Nacional de Seguridad (INCIBE), ha publicado una nueva guía sobre privacidad y seguridad en Internet. Está orientada fundamentalmente al uso de dispositivos móviles, lo que es especialmente relevante en un momento en que las entidades bancarias se han lanzado al negocio de los pagos por el móvil.

La guía no aporta novedades para alguien dedicado a temas de seguridad y privacidad, no es ese el objetivo. Sin embargo, resulta útil para cualquier ciudadano que tenga dudas sobre cómo actuar a la hora de moverse de forma más segura por la red o sobre cómo proteger sus dispositivos.

Llama la atención la recomendación sobre el uso de antivirus, algo poco extendido cuando hablamos de teléfonos móviles, y que, sin embargo, está ampliamente aceptado cuando se trata de equipos fijos o portátiles que quizá relacionamos más con el almacenamiento de información. Aunque no nos demos cuenta, cada vez almacenamos más información en nuestros teléfonos y tabletas, ya sean fotos (personales o profesionales), correos electrónicos e incluso documentos que descargamos de esos correos y quedan almacenados en alguna carpeta a la que igual ni volvemos a acceder.

Toda esta información, si no está protegida, podría perderse por problemas en el funcionamiento del dispositivo (quizá como consecuencia de la instalación de alguna “app” con un contenido no deseado) o junto con el propio teléfono o tableta, y en ambos casos podría acabar siendo accesible por terceros. Es común el uso de una contraseña para activar el dispositivo, menos utilizado el cifrado (más habitual cuando este es con fines profesionales) y aún no tan común el uso de antivirus y herramientas similares, por lo que toda concienciación en ese sentido va por buen camino siempre que el mercado ofrezca herramientas adecuadas.

La guía se completa con un conjunto de recomendaciones que no cambian por el hecho de que el dispositivo utilizado sea nuestro ordenador de casa o el móvil, pero en algunos casos sí pueden estar asociadas a aplicaciones orientadas a esto tipo de dispositivos, como las de mensajería instantánea; por lo que la guía nos recuerda los peligros del phishing, que también puede darse en un servicio como WhatsApp; o las cadenas de mensajes, que a veces pueden contener enlaces a descargas de aplicaciones con contenido malicioso.

Termina con una mención a las pulseras y relojes que recogen la actividad física y las posibilidades que tienen de conectarse y publicar la información recogida en redes sociales, y por tanto la necesidad de una adecuada configuración.

Se trata de una guía breve, fácil de entender y útil para hacer un repaso en poco tiempo del nivel de protección en el que nos encontramos de cara al uso habitual que hacemos de la tecnología.